lunes, 13 de julio de 2015

Una noche más.

Esta noche no te he visto,
pero se que estás preciosa.
Una noche más.

No te has puesto uno de esos vestidos que insinúan tu desnudo,
pero joder, esa camiseta cuyo borde colinda con tu culo,
es mucho más sexy.
No te has peinado tras la ducha, 
pero tu pelo,
mojado y envolvente,
llama a las yemas de mis dedos 
desde tu sofá. Da igual la distancia que guardan nuestros ojos entre si,
las miradas nos unen,
mi piel 
llama 
a tu piel. 
Sigo esperando respuesta.

Esta noche salgo a pasear
bajo el manto de estrellas que te vio nacer. 
Será por eso que te llaman noche, y no por el color de tus ojos
que hipnotiza,
será que se acompleja el firmamento cada vez que sonríes,
gimes, cantas, amas, o te muerdes el labio inferior
buscando boca que lo haga por ti.
Aquí me tienes.
Porque esta noche 
he salido a pasear 
y al pensar en ti,
la poesía barata que salía de mi boca
solamente buscaba tus labios.

Esta noche eres poesía,
eres la razón de  que mis versos 
se los lleve el viento. 
Una noche más.

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