lunes, 25 de febrero de 2019

Quinceañero.

Hoy he vuelto a ser un quinceañero con diecinueve.

He vuelto a tener miedo y frío en unos ojos que no eran míos,
y me he visto en la contradicción de esconderme en ellos.

Hoy he vuelto a escribir como cuando empecé,
sin filtros,
sin métrica,
sin rima,
sin ritmo.

Caótico.

Ahora luchar contra uno mismo es una cruzada de dudoso sentido
por eso de que luchar por un Dios nunca ha sido lo mío
si no tiene algo que ver con el amor.
Así que me retracto y me pongo en duda.

Hoy soy un quinceañero,
duda en estado puro sin adulterar,
con la ignorancia como hija ilegítima,
con el pantalón ardiendo y la cabeza en las nubes,
los pies clavados y las manos escribiendo uno de mis poemas de ojalá.

Caótico.

Y todo
porque me has mirado
y me he contradicho en tus ojos.