sábado, 27 de febrero de 2016

Confianza.

Llevo lastre a la espalda,
vuelo con alas caídas,
roídas
por el paso del tiempo.
Todos me miran esperando que caiga
intentando llegar a mi cima.
Ya estuve allí,
y os aseguro
que la llegada fue más amarga
incluso que la caída.

Mi pequeña catwoman,
mi despertar,
mi principal cumbre,
se que no entiendes mi obsesión,
pero esa montaña ha sido refugio y consuelo,
y no creas que es porque no eres suficiente,
mentira,
eres todo lo que un día soñé,
pero joder,
solo quiero que me veas allí arriba,
y que subas conmigo.

El camino se hace al andar,
decía Machado,
y solo te pido
que no dejes de caminar conmigo,
que en las alturas hace frío,
y solo tú me sabes abrigar.

Que no tengas miedo por la caída,
que caeré yo antes que tú,
porque sin ti
no merece la pena
llegar a mi cima.

domingo, 7 de febrero de 2016

Catwoman.

Hoy he fijado la mirada en un lago industrial, que aunque lo sea, tiene su encanto. He sonreído, y el Sol lo ha hecho conmigo, y su mirada ha mirado al horizonte buscando límites que le impidan continuar. Pero no los hay. Y es que el Sol sonríe conmigo, porque sabe que le sonrío a ella, como el niño al que le cantan una canción en la cuna. La Luna tiembla cada vez que sonríe en la noche, y la noche se acompleja cuando sale a bailar con su cuero negro y sus aires de gata buscando mis tejados para apurar juntos ese trago de JB que se cayó y calló con un beso a toda una ciudad. La luces se apagan y sus labios rojos marcan mis mejillas, y mi boca, y mi cuello.
Rompo filas de mi propio batallón de guerra, y paso de ser mi propio soldado raso a tu capitán, guardián de tus sueños y azote de pesadillas.
Hoy he fijado la mirada en un lago industrial, y he sonreído, y el Sol ha sonreído conmigo, y tu cuartel general, donde afilas tus uñas para defenderme a mi, tu Don gato o como quieras llamarme, ha sido el epicentro de mi sonrisa.