domingo, 28 de enero de 2018

Pedagogía del fuego.

Cómo descubrir la belleza de lo triste
en un puñado de ceniza sobre tierra,
entre hogueras de domingo
crepitando entre los sueños de un humo que se disipó hace tiempo.
El papel se prende de inmediato,
y de inmediato se consume,
sus cenizas vuelan
antes
de ser
cenizas.
No quedan ascuas con las que poder calentarse los versos
de un domingo de resaca.
En la madera se tallan iniciales con equis de por medio,
se prende,
y la llama consume
poco a poco la eternidad de la cruz
que une a dos locos
apurando sus latidos.
Los versos salen solos en las ascuas de lo eterno.

Ahora, piensa qué prefieres,
ser folleto,
o leña de olivo.

sábado, 20 de enero de 2018

Complejo de Sabina.

Me enamoro cien veces al día
cuando camino por cualquier ciudad.

Me enamoro cuando por Gran Vía
pasan unas caderas bailando mientras caminan,
cuando se cuelgan, como las casas, de mis párpados
unos párpados que no me dejan de mirar,
cuando unos dientes atrapan a sus propios labios
en los jardines de la Alhambra,
cuando una sonrisa a orillas del Ebro me pretende despistar.
Me enamoro de unas piernas
que suben la escalinata  hacia el cielo Mudéjar,
de una tez sombría en la ciudad de las tres culturas,
de la voz que me grita silencios allá, en el fin de la tierra.

Me enamoro cien veces al día,
y sé que pasaría la noche entre sábanas
con cualquier musa en sus ciudades,
pero también sé que es solo contigo
con quien quiero despertar cada mañana
en cualquier lugar del mundo.