lunes, 14 de octubre de 2019

Quizá, no sé.

Un despiste en el pasado
en una de esas noches de aniversario;
un mal menor, dentro de lo que cabe;
un error inevitable
que pudo haberse evitado;
unos hechos que son pasado.

El tiempo pasa
y los fracasos posan
junto a los pecados.

Y ahora,
un burdo chiste fuera de contexto;
un reloj dónde nadie mira la hora;
un cuadro olvidado
y vestido de carcoma;
un amigo impuesto,
de desazón oxidado;
un corazón mal dibujado
en la pared como anécdota de un paseo.

Miro en el espejo
y allí me encuentro,
pero miro en el papel
y, quizá, es a mi Dorian Gray
a quien veo.