nunca dejes de soñar,
pequeña,
nunca pares de crecer
-y no en estatura-.
Ojalá
que esa sonrisa que tienes a prueba de balas
nunca deje
de colorear de blanco
las amapolas.
Ojalá,
mi chica abril,
sigas subiendo a mis tejados
y me dejes ver la locura
en cada uno de tus lunares.
Ojalá
que tu culo siga rompiendo más cuellos que la Luna,
que sonrías,
me mires
y digas:
Te tengo a ti.
Ojalá
tú y yo,
ahora,
aquí.
Ha pasado el tiempo
y mis supuestos ojalás
ya se han cumplido.
Y ahora vuelve al principio
de este poema, escrito desde los lunares de tu espalda,
sonríe,
que se te da de cine,
y no dejes de soñar con ojalás
que mañana
cumpliremos
juntos.
Ojalá
algún día,
mi niña,
consiga hacer justicia contigo
escribiéndote en forma
de poesía.
nunca pares de crecer
-y no en estatura-.
Ojalá
que esa sonrisa que tienes a prueba de balas
nunca deje
de colorear de blanco
las amapolas.
Ojalá,
mi chica abril,
sigas subiendo a mis tejados
y me dejes ver la locura
en cada uno de tus lunares.
Ojalá
que tu culo siga rompiendo más cuellos que la Luna,
que sonrías,
me mires
y digas:
Te tengo a ti.
Ojalá
tú y yo,
ahora,
aquí.
Ha pasado el tiempo
y mis supuestos ojalás
ya se han cumplido.
Y ahora vuelve al principio
de este poema, escrito desde los lunares de tu espalda,
sonríe,
que se te da de cine,
y no dejes de soñar con ojalás
que mañana
cumpliremos
juntos.
Ojalá
algún día,
mi niña,
consiga hacer justicia contigo
escribiéndote en forma
de poesía.