jueves, 31 de marzo de 2016

Vive.

Vivimos en una jungla
donde el pez grande se enriquece a costa del pequeño
y después se lo come para no dejar huella.

Vivimos en un futuro decepcionante,
en un pasado convulso,
y en un presente, que por muy presente que está
es incierto.
Salimos a la calle
y no somos nadie si no golpeamos un balón ante cien mil personas,
o vamos al gimnasio y no al instituto,
no somos nadie si no salimos por la tele sentados en un trono para ineptos,
adictos
al dinero fácil y a la fama efímera.
Somos los reyes del mundo con esposas en las manos,
mordaza en la boca,
antifaz en los ojos,
y miel en los labios.

Vivimos en una búsqueda de calor constante,
en el suspiro de los labios que soñamos que nos suspiran,
vivimos en una palabra,
cuatro letras,
aunque yo la pronuncie con seis.
Vivimos en un hablar de amor continuo,
y aunque a veces seamos demasiado pesados llamando a cupido,
finalmente abrirá una sucursal dentro de nosotros.

Vivimos en la mayor jungla del mundo,
donde nadie está preparado
para entrar a vivir,
y el único refugio que nos queda
es la oficina de cupido dentro de nosotros,
es la música,
es la poesía,
es la necesidad de amar
a diestro y siniestro
mientras la poesía juega en nuestros labios
y la música
lo hace en nuestros ojos.

Vivimos en silencio
y gritamos,
gritamos para hacernos de notar,
y todo el mundo calla cuando morimos en silencio.
Somos la hostia,
y perdón por la expresión,
pero es así,
nadie tiene huevos a vivir callado
porque en verdad
el silencio da un miedo de cojones.

Tenemos la necesidad de gritar,
de soñar,
de querer,
de escuchar,
de ver, observar,
de morder labios ajenos,
de encontrar medias naranjas,
de hacer zumo,
de abrazar hasta el amanecer,
y de amanecer con tu media naranja.
Solo necesitamos
un empujoncito,
un susurro de nuestra mitad
que nos de aliento
y nos diga:
                                VIVE.



jueves, 24 de marzo de 2016

Imagine.

"...ojalá que por cada cien niños que quieran un avión
exista solamente uno que se conforme con unas alas."
Mi generación. -Pablo Benavente-
Puestos a imaginar,
imaginemos un mundo sin censura,
el lugar dónde nuestros hijos crezcan,
sueñen,
vivan y vean a plena luz del sol
que el amor no entiende de razas, religión o sexo,
que los besos finales de película no sean los finales,
sino los principios.
Un mundo sin disputas,
con nuestras creencias
religiosas o paganas -qué mas da-,
sin ser absurdas, ni corruptas.
Un mundo, éste,
aquí, dónde podamos querernos en la calle,
dónde tengamos un futuro,
dónde los candados se cierren
y se guarden sus llaves
como lo más preciado de un amor que de verdad existe,
dónde los niños pidan alas y no aviones,
dónde los mayores se las regalen y no les regañen
por caer en el primer intento.
Palabras de un presunto gilipollas
que se desahoga en cada verso,
que imagina este mundo
cada vez que consigue un beso
de su boca.

domingo, 20 de marzo de 2016

Tú, que tienes una sonrisa a prueba de balas.

"Una mujer por la que la poesia se pondria corbata,
la mujer por la que robé todos
los "te necesito"
que Sabina
no supo decir."
Pablo Benavente.
La mujer por la que la poesía se pondría corbata,
la noche de gala,
el día a plena luz.

Tú, que te has atrevido a decirme que me quieres
a dos centímetros de mis labios,
que me miras y me congelas,
que me tocas y me quemas,
tú que sonríes y le haces competencia directa al sol.

Tú.

Brinda conmigo
por mi suerte y tu locura,
por el orgullo y la razón,
por dármelo todo sin quitarme la sonrisa,
que con una de esas se cruzan más fronteras que con un pasaporte.

Eres quien trae la primavera,
los cerezos de Neruda.
Eres el camino por hacer de Machado,
las golondrinas de un Bécquer enamorado,
la suerte del ludópata a quien le toca el premio gordo.
El mes de abril
con los tenecesito que Sabina
nunca supo a decir.

Eres verso,
eres carne,
eres sentimiento,
eres el fuego que quema mis heridas,
ahora sé con certeza
que tú
eres
poesía.

jueves, 10 de marzo de 2016

Time.

Desordenados amigos,
brindemos,
bailemos,
cantemos,
soñemos,
rompamos a llorar
y que sea de alegría,
mordamos sonrisas
y dejémonos llevar,
escondamos nuestro orgullo,
levantemos la cabeza,
rompánme la cara 
y mi sonrisa será vuestra única certeza.

Hace un año
el sol me era esquivo,
hoy, 
estando a punto de llover ahí fuera
el sol me sonríe.

Hace un año que realmente empecé a escribir, 
que realmente nací.
Gracias a los de siempre,
pero muchas gracias también a los de nunca,
hoy se que por los de nunca,
jamás debería haber dado nada.