martes, 31 de mayo de 2016

De esas veces.

"Ganas, 
si es contigo,
hasta de huir."

Diego Ojeda.

De esas veces que levantas la cabeza
y ahí está,
aferrada a esa sonrisa que supone la salida de su abismo,
con sus ojos verdes que se hacen pasar por marrones
y esos aires de perdona, pero lo mío no se toca,
ese parpadear que hace que los segundos se ralenticen a su ritmo.

Controla el tiempo a su antojo,
con su mirada, 
con sus andares,
con sus caderas,
y esa carcajada que suelta cuando me pilla mirándole el culo,
de reojo,
si,
pero descarado.

Hablo de cuando se sienta en mis rodillas y me mira,
de esas veces que sientes que allí,
en sus ojos 
está tu mejor refugio y escondite,
que pasaría eternidades leyéndote al oído 
y sé que se quedarían cortas.

De cuando me pides que huya contigo,
(y te estoy mirado a los ojos aunque tú ahora no me veas la mirada),
de cuando las ganas son contigo y con nadie más,
y si son contigo,
hasta de huir.
 

domingo, 15 de mayo de 2016

A cara tapada y corazón abierto.

Sigo vivo,
me caigo y me levanto,
unas veces por instinto,
otras por rutina,
la mayoría
por sus labios.
Ella sabe que no soy perfecto,
y ha tenido el valor de seguir aquí.
Yo soy su desastre particular.

Sigo vivo,
quizá me consideréis un cobarde
por llevar la cara tapada,
de acuerdo,
pero os aseguro
escribo con el corazón abierto.

Sigo vivo,
y sus labios,
su sonrisa
y su mirada
son los únicos capaces
de mantenerme en pie,
y de levantarme
si me caigo.

lunes, 2 de mayo de 2016

Mi chica abril.

"...la mujer por la que robé todos
los "te necesito"
que Sabina
no supo decir."
Pablo Benavente.
Capaz de hacer que el sol brille
después de la mayor tormenta,
ella,
sonríe y se lamenta en la misma frase,
suspira,
levanta la vista
y sonríe, otra vez.

Capaz de hacerme comprender
que una imagen no vale nada,
que son sus labios
y su mirada
las que valen más
que mil palabras.

Ella es mi niña,
mi chica abril,
la mujer por la que Sabina
aprendería
a decir
te necesito.