Lentamente,
fugaz.
Así son las cosas en este mundo.
Tiempo reducido
en la carrera de la vida,
y joder,
no da tiempo a vivirla,
a pararse a mirar lo bonito que está el prado en primavera,
tumbarse en la oscuridad del camino a ver las estrellas,
porque hasta ellas,
algunas veces
son fugaces.
Vivir a contracorriente no está mal,
pero las heridas duelen,
me crecen los enanos,
y cada vez veo mas cerca el temporal que se me viene encima.
Busco una salida,
pero llegué tarde a pulsar el botón de emergencia,
han apagado las luces,
y sigo sin saber
hacia dónde
salir
corriendo.
Saborea cada segundo lentamente,
porque cuando quieras darte cuenta
ya estarás en el siguiente,
y así,
sucesivamente.
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