la sangre llena de humedades,
los labios en cuarentena.
Tengo ojeras en el corazón
y la mirada rota por los lagrimales,
tengo la piel en plena mudanza,
las manos queriendo huir
y los pies sangrando.
Tengo los bolis destintados,
los dedos temblando,
el alma,
buscando
salir
de aquí.
Tengo la voz partida,
los ojos grises,
los pelos de gallina
y la carne de punta,
tengo estrías en los párpados,
el dolor desorientado
y los días contados.
Tengo el amor al rojo vivo,
la indiferencia desfasada,
la frustración al límite,
tengo la vida en ese punto medio
en el que el miedo
es el único
que manda sobre mi.
PD: También tengo todos los versos que le debo a cada cual,
no se me olvida de dónde vengo,
ni mucho menos
por quién sigo aquí.
PPD: Te tengo,
me tienes,
y tengo la esperanza
de que no quieras
dejar de tenerme.
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