domingo, 3 de mayo de 2015

Amor a primer llanto.

Hay quien dice que vivimos solos,  
que nadie nos puede ayudar en eso.

Puede ser verdad.

Aunque, todos tenemos a ese ángel de la guarda
que nos calmaba en esas noches
donde la inocencia nos decía que la oscuridad era nuestro mayor enemigo,
ese ángel
que ahora le gustaría que te diera más miedo la oscuridad de la noche,
y que espera que formules tu vida como el producto de las mejores experiencias
junto a ella.

Hay quien cree que existe el amor a primera vista, 
aunque nunca se haya enamorado.

Yo, personalmente no creo en amores a primera vista,
que al pestañear ya no están ahí, 
que te dejan tiritando en las largas noches de febrero,
que dejan secar tus labios cual flor marchita en el mes de octubre.

Creo que no hay amor  mas fuerte que el amor a primer llanto,
un amor que llega a su cúspide tras nueve meses 
colgando en las entrañas de quien te arropará en febrero, y hará arrepentirse a quien dejo secar tus labios. 

Lloramos al nacer, porque no sabemos que hay fuera de nuestro remanso de paz, 
y nosotros sin saber lo que os hemos dolido y os seguiremos doliendo, 
ya os estamos queriendo.
Dejamos de llorar, 
porque sabemos que el miedo que hemos pasado nosotros en unas horas 
no es nada si lo comparamos con el miedo que pasaréis vosotras toda la vida por nosotros.

Porque el amor es recíproco,
porque sois nuestro único amor a primer llanto, 
las únicas que nos van a curar las cicatrices que otras personas nos han dejado, 
las únicas que si no nos levantamos en nuestra última caída, se tirarán con nosotros.

Esto va por vosotras, 
luchadoras
que entregan su día a día,
su alma,
su cuerpo,
y sus vidas,
por su amor a primer llanto.


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