domingo, 28 de mayo de 2017

80's.

El guión de mi vida está sacado de una mala película de los ochenta. Ese chico fracasado, que no le falta de nada pero necesita de todo eso que no se consigue con el sueldo de sus padres funcionarios a final de mes. Ese que ya no busca el calor de una melena femenina, y sin embargo sigue perdiendo el culo cuando pasa por delante de sus ojos unos andares que padecen de perfección, mientras ondea el pelo de la chica como si de un barco pirata se tratase intentando abordar la barra de bar en la que le pilla siempre el destino con sus mierdas. Ese que necesita de vez en cuando un: "chiquitín, te echo de menos". O simplemente una mirada y un abrazo llenos de silencio cuando el cielo grita. Ese al que le acojonan los tequieros y los adioses casi a partes iguales. Ese que hoy clama y mañana será el mendigo de unos labios que no quieran escuchar todas la convicciones por las que los idolatro.
El guión de mi vida, visto desde un día de resaca, es la mayor mierda que alguien haya podido escribir. Mil defectos me avalan como el mayor desastre que hayan concebido la suerte y la cerveza.

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