"Ganas,
si es contigo,
hasta de huir."
Diego Ojeda.
De esas veces que levantas la cabeza
y ahí está,
aferrada a esa sonrisa que supone la salida de su abismo,
con sus ojos verdes que se hacen pasar por marrones
y esos aires de perdona, pero lo mío no se toca,
ese parpadear que hace que los segundos se ralenticen a su ritmo.
Controla el tiempo a su antojo,
con su mirada,
con sus andares,
con sus caderas,
y esa carcajada que suelta cuando me pilla mirándole el culo,
de reojo,
si,
pero descarado.
Hablo de cuando se sienta en mis rodillas y me mira,
de esas veces que sientes que allí,
en sus ojos
está tu mejor refugio y escondite,
que pasaría eternidades leyéndote al oído
y sé que se quedarían cortas.
De cuando me pides que huya contigo,
(y te estoy mirado a los ojos aunque tú ahora no me veas la mirada),
de cuando las ganas son contigo y con nadie más,
y si son contigo,
hasta de huir.
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