sábado, 20 de enero de 2018

Complejo de Sabina.

Me enamoro cien veces al día
cuando camino por cualquier ciudad.

Me enamoro cuando por Gran Vía
pasan unas caderas bailando mientras caminan,
cuando se cuelgan, como las casas, de mis párpados
unos párpados que no me dejan de mirar,
cuando unos dientes atrapan a sus propios labios
en los jardines de la Alhambra,
cuando una sonrisa a orillas del Ebro me pretende despistar.
Me enamoro de unas piernas
que suben la escalinata  hacia el cielo Mudéjar,
de una tez sombría en la ciudad de las tres culturas,
de la voz que me grita silencios allá, en el fin de la tierra.

Me enamoro cien veces al día,
y sé que pasaría la noche entre sábanas
con cualquier musa en sus ciudades,
pero también sé que es solo contigo
con quien quiero despertar cada mañana
en cualquier lugar del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario