mientras escriben, embriagadas,
otro verso que llevarme a la boca,
un poema vano
que me defiende a quemarropa
de unos aplausos que no merezco,
de unas luces envenenadas.
Empieza a invadirme,
sin nocturnidad ni alevosía,
una luz que ciega mi futuro,
dirige mi presente
y vacía
mi pasado sin que lo olvide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario